domingo, 10 de mayo de 2015

Expelotero de Grandes Ligas Darryl Strawberry ahora es pastor.


En la noche en que los Mets de Nueva York intentaron este año de superar a su equipo de 1986 con el mejor inicio de temporada en la historia de la franquicia, su estrella de esa era nuevamente estaba bajo los reflectores.
Ante otro lleno total en una iglesia de Delaware para ver al ex campeón jonrones, Darryl Strawberry hizo un llamado al cielo.

"¿Me escuchan? ¡Amén!"

"Amén", respondió la congregación.

"Gloria a Dios. Gloria, gloria a Dios".

El ex campeón de la Serie Mundial hoy en día realiza giras como pastor, no para repasar las historias de sus hazañas en el béisbol que en su momento lo ayudó a ser uno de los peloteros mejor pagados y a ser elegido ocho veces a un Juego de Estrellas, sino para hablar sobre la manera en que la fe y una fuerte mujer lo rescataron más que cualquier intervención.

Strawberry se arrepiente en gran parte de su pasado, y el único recuerdo de su antigua profesión aparece a través de sus testimonios al señalar que las tentaciones destruyeron su carrera y casi le costaron la vida.

"Yo era un mentiroso, yo era un tramposo, yo era un machista, yo era un alcohólico, yo era un drogadicto y yo era un pecador", señaló Strawberry.