jueves, 31 de julio de 2014

En SANTIAGO; Vendedores informales toman las principales calles.


Santiago.-El proceso de ordenamiento con el desalojo de buhoneros en el centro histórico comienza a retroceder y cada vez son más los vendedores informales que ocupan las principales calles del casco urbano.
Desde haitianos en carreterillas o con latas ofertando todo tipo de productos, vendedores de coco, frituras copan los espacios y hasta las vías por donde deben circular los vehículos.
 José Benigno Rodríguez llevaba 40 años con una mesa vendiendo mangos, manzanas en las calles del Sol con 30 de Marzo. Con lo que ha obtenido de ganancias, compró una camioneta y en el mismo espacio ahora oferta los mismos productos.
 Rodríguez admite que la economía informal le ha permitido levantar una familia.

“Aunque las ventas han bajado fruto de la actual situación económica, muchas veces puedo vender entre dos mil y mil 500 pesos por día”, expresa Rodríguez.
Al lado, Víctor Martínez labora como empelado de un negocio de venta de empanadas y bolas de yuca.
Martínez afirma que los días de venta malos pueden obtener hasta tres mil pesos de ganancia. Un estudio presentado hace un año, por el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago establecía que fruto de la caída del sector zona franca, en Santiago se han creado 50 mil empleos informales.  El desorden es tal, que decena de buhoneros mantiene prácticamente ocupad el parque Duarte.
 En un recorrido realizado por reporteros de El Caribe, contabilizó al menos 40 puestos de ventas informales en la calle Beller.
 En su mayoría son frituras, vendedores de jugo y hasta de batata. Esa misma situación se repite en la calle restauración y en menor medida en la calle Del Sol.
El día trece de marzo del año 2012, la alcaldía inició el desalojo de 150 negocios en el centro histórico que por espacio de 25 años se mantuvieron operando de manera informal.
Desde la calle San Luis hasta la antigua General López, fueron desalojados los vendedores. Una gran parte de los afectados fueron llevados a la plaza del buhonero Lorenzo Vargas construido por el cabildo, aunque no todos pudieron ser reubicados por las autoridades edilicias.