Una nueva tormenta de nieve ocasionó ayer la cancelación de miles de vuelos y caos en el tráfico terrestre en el este de Estados Unidos, donde la falta de sal necesaria para mantener abiertas las rutas comienza a ser un problema.
De acuerdo con “El Economista”, tras la fuerte nevada registrada el lunes Nueva York y Nueva Jersey afrontaron una nueva tormenta desde la madrugada de ayer, lo que obligó a sus gobernadores, Andrew Cuomo y Chris Christie, respectivamente, a volver a declarar el estado de emergencia.
Como ha sucedido desde principios de enero, la nieve y agua caída provocaron retraso y anulaciones en aeropuertos de la costa este y el norte del país.
Unos 2.500 vuelos fueron cancelados ayer en Estados Unidos, más de 1,200 de ellos en los tres aeropuertos de la región neoyorquina (JF Kennedy, La Guardia y Newark, éste último en Nueva Jersey), según el sitio especializado Flightaware.
La repetición de tormentas empieza a causar problemas de falta de sal en la región, tal como lo admitió Cuomo.
“El Estado tiene una provisión adecuada de sal para todas las rutas estatales. Sin embargo, problemas de escasez han sido declarados en la ciudad de Nueva York y Long Island”, afirmó el gobernador en un comunicado, anunciando el envío de 3,500 toneladas a esas zonas.
En Nueva Jersey, el estado ya había utilizado hasta la semana pasada más sal que en todo el invierno 2012-2013: 277,000 toneladas contra 259,000, según cifras oficiales, con un costo de 60.5 millones de dólares en tareas de limpieza de rutas y otras infraestructuras.
La nueva tormenta produjo además el cierre de oficinas públicas y escuelas en varios lugares, como Connecticut, donde el gobernador Dannel Malloy ordenó el miércoles al personal no esencial permanecer en sus casasSegún indica Notimex, el gobierno prohibió la circulación en al menos una carretera estatal, la 84, que bordea con los estados de Pensilvania y Connecticut.
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