Santiago.-Gerardo Ramos el hombre que tuvieron que amputarle el pene tras ser mordido por un perro, dice no recordar nada de lo sucedido.
Ramos dice que se encontraba en estado de embriaguez y a la hora de perder el miembro viril al parecer se encontraba dormido.
“Yo realmente no sé si fue un perro que me mordió o lo que sucedió, cuando me da uno de esos ataques cuando tomo alcohol me duermo y no siento nada”, expresó Ramos al ser entrevistado por algunos medios.
Debido a sus condiciones y para impedir que los periodistas continúen el asedio, los familiares del obrero, decidieron trasladarlo desde su comunidad natal en Matanza hasta las Palomas. Una hija de Ramos que se negó a identificarse, expresó que lo más importante, es que su padre está sano y se encuentra en estado de recuperación.
El caso ha llamado la atención de los santiaguenses y en las redes sociales, es comentado con picardía.
Desde el pasado martes, las autoridades de Salud Pública tratan de determinar si tenía rabia el perro que cercenó el pene a Gerardo, pero ha sido impedido por los familiares del afectado.
Ramos permaneció durante una semana en la clínica Coromina y fue dado de alta tras una intervenido quirúrgicamente debido a los daños causados al miembro viril.
De acuerdo las versiones de testigos, el individuo en estado de embriaguez se colocó cerca a de un árbol y comenzó a orinar cuando sintió una mordida que le arrancó el pene de cuajo. No obstante, ni sus parientes, ni Gerardo ramos se acuerdan o pueden corroborar si esto fue lo que sucedió.
El pasado día nueve de julio otro hombre identificado como Jaime Mármol Medina, residente en el sector buena Vista fue mordido por un erro en la pierna izquierda. Mármol Medina fue internado en la clínica Unión Médica y despachado recientemente tras mantenerlo en observación.
Ramos dice que se encontraba en estado de embriaguez y a la hora de perder el miembro viril al parecer se encontraba dormido.
“Yo realmente no sé si fue un perro que me mordió o lo que sucedió, cuando me da uno de esos ataques cuando tomo alcohol me duermo y no siento nada”, expresó Ramos al ser entrevistado por algunos medios.
Debido a sus condiciones y para impedir que los periodistas continúen el asedio, los familiares del obrero, decidieron trasladarlo desde su comunidad natal en Matanza hasta las Palomas. Una hija de Ramos que se negó a identificarse, expresó que lo más importante, es que su padre está sano y se encuentra en estado de recuperación.
El caso ha llamado la atención de los santiaguenses y en las redes sociales, es comentado con picardía.
Desde el pasado martes, las autoridades de Salud Pública tratan de determinar si tenía rabia el perro que cercenó el pene a Gerardo, pero ha sido impedido por los familiares del afectado.
Ramos permaneció durante una semana en la clínica Coromina y fue dado de alta tras una intervenido quirúrgicamente debido a los daños causados al miembro viril.
De acuerdo las versiones de testigos, el individuo en estado de embriaguez se colocó cerca a de un árbol y comenzó a orinar cuando sintió una mordida que le arrancó el pene de cuajo. No obstante, ni sus parientes, ni Gerardo ramos se acuerdan o pueden corroborar si esto fue lo que sucedió.
El pasado día nueve de julio otro hombre identificado como Jaime Mármol Medina, residente en el sector buena Vista fue mordido por un erro en la pierna izquierda. Mármol Medina fue internado en la clínica Unión Médica y despachado recientemente tras mantenerlo en observación.