El vecindario de Astoria, en Queens, vivió una noche de terror el domingo, luego que un individuo, calificado como mentalmente perturbado, escenificara una jornada sangrienta que duró más de seis horas, y en la que asesinó al dueño de una tienda de licor, cortó a una mujer con un cucho y le prendió fuego a un desamparado, antes de ser abatido por policías.
James Patrick Dillon, de 23 años, fue herido en una pierna y la pelvis mientras corría en un patio trasero luego de negarse a tirar el cuchillo y detenerse como se lo ordenaban los oficiales.
Según informaron sus familiares, el sospechoso tiene un historial clínico de problemas de salud mental, y no se había tomado sus medicamentos al momento del incidente.
Según informó el NYPD, el hombre acuchilló en la cara a Berta Carpio, cuando la mujer se dirigía a la iglesia, y mató de una puñalada al dueño de una tienda. Además, el sospechoso le causó lesiones en los ojos a dos policías tras rociarlos con gasolina, que traía colgada en una botella de cerveza vacía que preparó como un cóctel Molotov.
Fuentes policiales confirmaron que Dillon había estado en un hospital psiquiátrico por “escuchar voces” y que supuestamente tuvo una recaída el domingo a las 11:20 a.m. cuando atacó a su vecina Berta Carpio quién caminaba a la iglesia mientras él montaba su bicicleta. Primero le arrojó arrojó un ladrillo a la mujer, y luego sacó un cuchillo y la corto varias veces. Carpio, fue trasladada al Hospital Mount Sinai en Queens, donde necesitó cinco puntos para cerrar una de las herida en la cabeza.
Horas después de agredir a Carpio, a las 3:00 p.m. y a una milla de distancia, Dillon presuntamente apuñaló a George Patouhas, de 55 años, en una tienda de licor propiedad de la víctima en Astoria Blvd.
A las 5:11 p.m., la Policía recibió una llamada que denunciaba a un hombre que intentó entrar por la fuerza a un apartamento y que luego huyó por la escalera de emergencias. Las autoridades posteriormente confirmaron a través de un reporte policial que se trataba de él.
Momentos después, dos oficiales que lo buscaban lo confrontaron y le ordenaron tirar el arma y la bomba Molotov pero él se rehusó y roció con gasolina a los dos oficiales quemándoles las manos y la cara, pero ellos respondieron disparándole al menos siete veces.
Un inspector y un teniente del Comando de Respuesta Crítica fueron transportados al Hospital Presbiterian de Cornell en condición estable.
Otra de las víctimas de Dillon fue un indigente de 62 años, quien se encuentra en condición crítica en el hospital Cornell.
Algunos de los delitos cometidos previamente por Dillon incluyen allanamiento de morada y llenar de graffiti un busto de la ciudad.