Cuando el reloj marcó las 7:30 de la noche del pasado viernes era su primer encuentro con la fanaticada y prensa nacional.
Aquello fue como un acto escolar entre alumnos y el maestro donde cientos de niños esperan al profesot unos sentados en escasos asientos, otros en el piso, pero nadie se movió y el docente no quedó mal. Aquello fue un reencuentro de emociones y llantos.
Y ahí estuvo él, sentado con gorra negra, chaqueta gris y pantalón jean. Ese maestro era Víctor Estrella, quien estuvo para su público que tanto lo siguió mientras estuvo participando en el USA Open.
Estrella respondió preguntas de la prensa y de los seguidores que estuvieron en el acto celebrado en la Plaza de Ágora Mall.
Además firmó autógrafos y se tomó cientos de 00 fotos. Eso se llama humildad y cariño a su pueblo.
La reciente hazaña lograda por el nativo de Santiago es parte de una gran historia de superación, ya que su ascenso ha llegado en un momento donde la edad no ha sido óbice; el criollo pasó de la posición 300 del ranking mundial en 2013 al puesto 69, de paso se convirtió en uno de los hombres más populares del USA Open, en una historia que ha inspirado a miles de dominicanos.
Este ha sido un año de cosecha profesional para el tenista.
Su trayecto comenzó este año en Salinas, Ecuador, donde se convirtió en el primer quisqueyano en formar parte de los primeros 100 del mundo, luego participó en el Roland Garros y Wimbledon, algo nunca antes visto en la historia del tenis dominicano.
Pero no es solo el Víctor de la cancha, es el hombre de gran corazón que al hablar se hace sentir esa humildad que le caracteriza.
Hay que estar al lado de él pasa sentirlo.
“Sumamente contento de ver a tanta gente, la verdad es que yo no sabía que era tan famoso, ahí me equivoqué, lo acepto”, fueron las primeras palabras del santiagués, en ellas se pudo percibir una voz entrecortada, no de dolor, sino de alegría al ver tanta gente apoyándole.
“Le doy gracias a Dios por tantas cosas bonitas que han estado pasando en mi carrera.
Me siento emocionado por ver a tantos jovencitos bonitos que vinieron a recibir un autografó mío, a tomarse una foto”, expresó el tenista en un encuentro para hablar con la prensa.
Asimismo dijo “mi historia inició en las canchas del centro español de Santiago a los ocho años como bolerito. La verdad que el centro me abrió muchas puertas”, dijo. “Al inicio nunca pensé estar entre los primeros 100 del mundo ni ser tenista profesional, pero cuando comencé a agarrar una raqueta de madera por allá por el 1989, ahí fue despertando esa pasión”.
Víctor dijo que su historia es más interesante porque viene de muy abajo.
“Vengo de una familia muy humilde y eso hace de esto más interesante. Yo vengo de muy abajo y con un gran deseo de superación”, sostuvo.
A sus 34 años, el tenista logró colarse en el USA Open y sabe que para lograr llegar tan lejos ha tenido que fajarse.
“Tengo 34 años, pero me siento muy joven. Aún queda mucho Víctor Estrella. Mi carrera ha sido de mucho sacrificio, el tenis es un deporte muy exigente y detrás de Víctor hay mucho trabajo, mucho deseo de superarse y muchas horas de entrenamiento”, expresó la primera raqueta dominicana.
“En la vida nada llega gratis, todo llega con mucho esfuerzo.
El resultado del USA Open ha sido las horas de trabajo diariamente que he tenido para lograr mejorar y avanzar en el nivel”, declaró.
Estrella, quien tiene bien claro que el tenis no es un deporte muy popular en el país, sabe que sus logros le servirán a la nueva generación del tenis dominicano.
“Yo quería abrir un camino al tenis profesional y gracias a Dios se está logrando. Por ahí vienen otros jugadores que están haciendo buen trabajo, pero ya el camino está abierto, solo falta seguir trillándolo”, dijo.
“El USA Open fue una experiencia muy bonita con resultados positivos. La verdad que fue una semana increíble donde recibí mucho apoyo del pueblo dominicano. Sin dudas fue la mejor semana de mi carrera, el triunfo no es solo mío, sino del pueblo”, sostuvo.
Al ser cuestionado sobre su derrota contra Milos Raonic en tres tie break y por qué lloró tras finalizar el partido dijo que “las lágrimas salieron por varias circunstancias, primero por la alegría de estar ahí en ese momento, de poder estar en ese torneo y de haber hecho el juego que hice; la otra fue que me puse a pensar en todo lo que fue el partido y me dio un poco de tristeza, ya que el partido estuvo más de mi lado. Fueron momentos de mucha emoción y tristeza, pero más de emoción”, a seguidas vino el aplauso del público presente.
Sobre su retiro dijo que por el momento no pasa por su cabeza, pero que luego que esto pase seguirá metido en el deporte que ha jugador por toda una vida.