MIAMI -- LeBron James, un estudiante del juego y un experto en la liga, probablemente nunca haya tenido tanta razón y al mismo tiempo estado tan equivocado con respecto a su amigo y enemigo Kevin Durant.
"No hay nadie que pueda marcarlo en el uno contra uno", dijo James esta semana. "Una gran ofensiva siempre vencerá a una gran defensa; KD es un gran jugador ofensivo".
Nadie pondría eso en duda en este momento, y menos los equipos que Durant ha pasado por arriba durante su racha de 12 juegos con al menos 30 puntos, la que ahora incluye al Miami Heat de James, la última escuadra en caer a la embestida de Durant. Durant anotó 33 puntos en otra actuación deslumbrante el miércoles por la noche para conducir al Oklahoma City Thunder a una importante victoria por 112-95 en el sur de Florida.
Pero ya sea que se trate de algún tipo de mecanismo de defensa o simplemente de una distorsión inusual de la realidad, James no parece muy dispuesto a reconocer el tour de force en el que Durant se ha convertido esta temporada.
"Su [manejo de balón] no ha mejorado, [la gente] probablemente recién lo haya empezado a notar ahora", dijo James. "Tiene uno de los mejores manejos de la liga. Puede manejar el balón, es una cobertura difícil".
Y luego vino esto.
"KD siempre ha sido genial pasando el balón", dijo James. "[La gente] sólo reconocía lo más popular, que son las anotaciones".
Tal vez James esté intentando elogiarlo a su manera al dar a entender que recién ahora Durant está recibiendo la atención que se merece por el desarrollo de su juego en general. Pero, bajo cualquier parámetro, Durant ha mejorado enormemente tanto en la creación de juego con el balón como en el manejo del mismo. Estas mejoras, además de su mayor esfuerzo en la zona defensiva, son los motivos centrales por los cuales ha estallado con su mejor temporada.
Sólo para darse una idea, la temporada pasada fue la primera vez que Durant terminó con más asistencias que pérdidas de balón en su carrera. Registró 93 asistencias más que pérdidas en 81 partidos la campaña pasada. En 47 partidos esta temporada, ese margen positivo ya está en 83.
Las estadísticas, sin embargo, tienen un valor limitado en este caso. Ver a James marcando a Durant el miércoles por la noche lo dijo todo. James, uno de los mejores defensores de liga sobre el balón gracias a su tamaño, rapidez y confianza, se encontró una y otra vez sobre sus talones lidiando con la triple amenaza en la que Durant se ha convertido al afinar su juego.
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