Veinticuatro personas –quince internos y nueve custodios– murieron este miercoles en un intento de fuga de una cárcel en la localidad de Gómez Palacio, en el estado mexicano de Durango. El secretario de Seguridad Pública estatal, Jesús Rosso Holguín, precisó en entrevista radiofónica que dos de los custodios fallecieron a consecuencia de impactos de bala y los otros siete fueron apaleados hasta la muerte.
Rosso indicó que los disparos fueron hechos por los reos después de que se vieron descubiertos en su intento de fuga. Un día antes se había realizado una revisión en el penal y sólo se encontraron armas de fabricación casera, por lo que desconoce cómo pudieron los reclusos usar armas de fuego cuando los vigilantes asesinados carecían de las mismas.
En un comunicado, la Secretaría detalla que «este martes un amotinamiento de reclusos encendió la alarma de alerta en el centro penitenciario. Los internos comenzaron a disparar con armas de fuego hacia las torres de vigilancia y las áreas de los custodios. A la par sobreviene el intento de evasión a través de los túneles y barda trasera, lo que obligó a que los vigilantes hicieran disparos al aire para tratar de contenerlos y, al no obtener respuesta, se dio el intercambio de proyectiles. La presencia de personal militar inhibió los intentos de los "amotinados" por fugarse, tomándose el control del Centro de Reinserción Social por parte de las autoridades».
En noviembre pasado se registró otro motín en el mismo penal, que dejó un resultado de dos muertos.
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