miércoles, 29 de junio de 2016

LA SALSA sin HECTOR LAVOE desde hace 23 años.


NUEVA YORK – Willie Colón ha confesado que nunca hubiese sido lo que es, sino fuera porque un día, se cruzó en su camino Héctor Juan Pérez Martínez, el jibarito del barrio Machuelo de Ponce, Puerto Rico, quien a los 17 años llegó a Nueva York y de empezar actuando en bares de poca monta, sería luego, “El Cantante de los Cantantes”, el inigualable Héctor Lavoe.

Colón que había creado su banda con apenas 15 años, sentía que le faltaba un vocalista que pusiera algo de orden a su peculiar estilo de interpretar desafinado su trombón. Lavoe que presumía desde siempre de su capacidad interpretativa, accedió una noche a cantar en la banda de Colón sólo por probar. Tal fue el éxito, que la fusión entre ambos es considerada la dupla más extraordinaria de la historia de la salsa.

Lavoe fue la reedición de los trovadores de los que da cuenta la humanidad en sus inicios. Aquellos que iban con su pregonar cantando crónicas de la vida diaria, amores, desventuras y conquistas de lejanos lugares.

Lavoe puesto en nuestro tiempo fue el cantor del estado llano. Acaso la voz de las masas populares que en sus canciones sentían reflejadas todas sus vivencias resumidas. Por eso, cuando Héctor murió un día caluroso de verano como el de hoy hace 23 años, Nueva York, que fue el epicentro de su inspiración urbana, lloró, cantó y bailó su música, como nunca antes.

El día del entierro de Lavoe se paralizó gran parte de Manhattan y El Bronx, antes que un funeral el cortejo era un verdadero carnaval.

Gente de toda condición se mezclaba bailando y coreando sus canciones. Estuve en medio de ese mundanal para despedir al hombre de la voz que crecí escuchando allá en mi barriada de Portoviejo y que alguna vez, entre 1985 y 1986, pude ver en vivo en una presentación que debió empezar a las 9 p.m., pero que Lavoe incorregible como siempre, hizo nuevamente honor al mote de “El rey de la puntualidad” con el que también era conocido, al aparecer en el escenario pasada la medianoche.

De acuerdo con una corta biografía colgada en la página web de Fania, el sello disquero que promovió la Fania All Stars, orquesta de la que era cantante estrella, Héctor Juan Pérez Martínez, Héctor Lavoe nació en Ponce, Puerto Rico el 30 de septiembre de 1946  y murió en un hospital de Nueva York el 29 de julio de 1993 por causa del sida y azotado por todo tipo de tragedias personales, las drogas y el alcohol, problemas que lo habían sumido en una depresión que en 1988 lo llevaron a tratar de suicidarse en su Puerto Rico natal.


Este recopilatorio de Fania Records incluye las canciones “Periódico de ayer”, “Triste y vacía”, “Todo tiene su final”, “La murga”, “Che Che Cole”, “El día de suerte”, “De qué tamaño es tu amor”, “Mi gente”, “El cantante”, “Ausencia” y “Calle Luna Calle Sol”.