El béisbol está preñado de sentencias, más bien decretos sin derecho de apelación.
“En serie corta cualquier cosa puede suceder”.
“Un juego lo gana cualquiera”.
Y estas sentencias caen como anillo al dedo para el juego de hoy entre los Astros de Houston y los Yanquis de New York que pinta será un duelo tinto en sangre.
Los Yanquis pasaron a los play offs sin el poder de Mark Teixeira, con Nathan Eovaldi lesionado, y con Iván Nova y Michael Pineda más flojos que un diente de leche.
Para completar el cuadro, no color de rosas, CC Sabathia se internó ayer por abuso de alcohol, y Alex Rodríguez terminó con un .250 de promedio, lo que obliga a Masahiro Tanaka a tomar la vanguardia en un juego de vivir o morir.
Los Yanquis llegaron al comodín con una anemia peligrosa, perdiendo seis de los últimos siete juegos.
La bola al japonés: Llegó un momento que se pensó que la bola para el juego de comodín, Joe Girardi la depositaría en Luis -El Juez- Severino, pero el domingo, al perder de los Orioles hicieron oficial que su lanzador para el partido de hoy será Masahiro Tanaka.
Había dudas sobre su designación para cargar la responsabilidad, luego de que sufriera una distensión en la corva hace un par de semanas que le hizo perderse 11 días; regresó el miércoles, y lanzó cinco entradas y permitió cuatro carreras en la derrota ante los Rojos de Cincinnati.
Tanaka, con todo y su codo tocado y corva distendida, terminó la campaña con marca de 12-7 con una efectividad de 3.51.
En la casa: Los Yanquis en casa tuvieron un año decente: 45-36. Así recibirán hoy a los Astros de Houston, ante quienes quedaron 3-4 en la temporada regular. En los tres partidos que se disputaron en El Bronx, los tejanos se llevaron dos anotando 21 carreras por apenas cuatro de New York.
Con tres días: Dallas Keuchel, el único ganador de 20 juegos en la Liga Americana, abrirá el juego del comodín, y tomará la bola con tres días de descanso. En dos salidas vs. los Yanquis este año, el zurdo lleva 2-0 y no ha permitido carrera en 16.0 entradas.
