Santiago.-Los restos del empresario José Armando Bermúdez (Poppy) fueron sepultados en el cementerio de la 30 de Marzo y donde el último adiós se convirtió en una manifestación de solidaridad de una sociedad que reconoce su legado en favor del desarrollo del país.
Tras una misa en el Politécnico Femenino Nuestra Señora de las Mercedes, donde fue velado, en el camposanto.
Entre las manifestaciones de reconocimiento a su trayectoria están el presiente Danilo Medina quien lamentó la muerte del empresario santiagués y a quien calificó como un honorable ciudadano de arraigado liderazgo en el empresariado nacional.
En una misiva dirigida a doña Elba Madera viuda Bermúdez, en nombre del Gobierno, de su familia y del suyo, Danilo Medina subrayó que la fructífera existencia del hoy fenecido le ganó el aprecio generalizado en los ámbitos empresarial y comunitario.
“Pedimos a Dios que reciba en su amoroso regazo el alma de don Poppy; consuele a toda su familia y la bendiga en abundancia”, manifestó Medina.
Desde las 9:00 de la mañana, empresarios, políticos, amigos, empleados y relacionados acudieron al velatorio y a dar el pésame a Elba madera de Bermúdez, y a los hijos del empresario, Elba Josefina Bermúdez de Bobadilla, José Armando Bermúdez Madera, Julia Aurora Bermúdez de Reid, Ana Estela Bermúdez de Lama, Domingo Octavio Bermúdez Madera.
Domingo Bermúdez, hijo de Don Poppy, garantizó que el legado de su padre no se perderá. Al resaltar las virtudes de su progenitor, dijo que era un hombre afable. “Mi padre fue un hombre sencillo, recorrió todo el país, y nunca lo hizo con un empleado de seguridad”, apuntó.
El próximo 11 de diciembre Poppy Bermúdez cumpliría los 86 años de edad. Carlucho Bermúdez, hermano de Poppy y con quien por años se presentó una disputa familiar acudió al velatorio y definió a su pariente como un hombre bueno, solidario con los pobres. “Somos una sola familia y garantizo que el legado de mi hermano será mantenido”, indicó Carlucho. El empresario Félix M. García C., lo definió en pocas palabras como “un gran santiaguense y sobe todo gran ciudadano”. Al valorar los aportes, García, dijo que fue un emprendedor y visionario que aportó grandemente al desarrollo de la región y el país. También el empresario Manuel Estrella, elogió el legado que deja Don Poppy.
También Mícalo Bermúdez, pariente del empresario; el senador de Monte Plata, Charlie Mariotti; el empresario Luis José Bonilla Bojos, de la Asociación de Zonas Franca de Santiago; el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, destacaron el don de gente de Poppy Bermúdez. Otros que hablaron de la hoja de vida del empresario fueron Eduardo estrella, Julián Serulle, Luis Abinader, marino Collante. La directora de NCDN, canal 37, Nuria Piera, lo calificó como el papá de la televisión dominicana y dijo que sus aportes fueron extraordinarios. Popy Bermúdez fue integrante del comité organizador de la Asociación para el Desarrollo, Inc., en 1961, junto a Alejandro Grullón Espaillat, Víctor Espaillat Mera, Arturo Grullón Espaillat, Tomás Pastoriza Espaillat, Sebastián Mera, Carlos Bermúdez, Guillermo León, Gustavo Tavares Griesser y Luis B. Crouch Bogaert, y vicepresidente de su primera junta directiva, encabezada por Víctor Espaillat Mera. Poppy como era conocido por sus amigos fue una de las figuras claves en el desarrollo de Santiago con posterioridad al ajusticiamiento de Trujillo.
Se destacó desde los inicios de APEDI como un activo socio, altamente motivado por su éxito y sus proyectos, como ocurrió en 1962, cuando integró, junto a Tomás A. Pastoriza Espaillat y Luis B. Crouch Bogaert, el subcomité pro instalación del Instituto Superior de Agricultura, cuyos terrenos escogió y de cuya primera junta de directores fue vicepresidente; en 1967, cuando fue partícipe de la fundación de la Compañía Financiera Dominicana en 1967, primera financiera del país; en sus presidencias durante 1965-1966 y 1966-1967 y en este último año cuando – al igual que Crouch- aportó económicamente para la compra de los terrenos donde se instalaría “Envases Antillanos”.
Podría decirse que Bermúdez fue el sucesor natural del liderazgo que Pastoriza y Crouch habían forjado, manifiesto en el Instituto Superior de Agricultura, el Centro Científico de Desarrollo Agrícola, el Centro Agrícola de La Herradura, el Comité de Estudios Dominicanos y la Compañía Financiera Dominicana.
Don Poppy dio pruebas continuas y consistentes de esa transición de liderazgo no solo cuando se desempeñó nuevamente como presidente de APEDI en los períodos 1971-1972 y 1972-1973, al orientar las gestiones para el establecimiento de rutas de transporte colectivo urbano en Santiago, de una línea aérea y de una línea ferroviaria que prolongara la existente en el puerto de Manzanillo hasta Santiago y se extendiera a Puerto Plata, La Vega y Haina, sino también cuando fue vicepresidente de la Corporación de la “Zona Franca Industrial de Santiago”, en 1974; gestor de la “Corporación Turística del Cibao, S.A.” (CIBAOTUR), que legó a la ciudad el campo de golf “Las Aromas”, construido en 1978, y presidente de la Corporación pro construcción del Aeropuerto Cibao, su prueba más persistente.
En efecto, gracias a sus gestiones, en 1977 se contrató a la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) para realizar un estudio de localización del nuevo aeropuerto y aunque el interés por el proyecto decayó después de 1978, él lo mantuvo vivo, al entender que sería la principal obra de la región, después de la Universidad Católica Madre y Maestra y la Zona Franca Industrial.