martes, 30 de diciembre de 2014

Familia López dice Policía protege a cabecilla; pide ampliar pesquisas.


Moca. “No queremos decir que ellos no hicieron nada, porque es faltar a la verdad, pero detrás de ellos hay una cabeza que la Policía no permitió que se conozca y por eso prefirieron matar a Omar y César Alejandro”.Con esas palabras, Félix Méndez, primo de Omar, y César Alejandro López Méndez, abatidos por la Policía el pasado sábado, refirió que todo esto ha pasado en menos de cinco años. 
La manera en que fueron acribillados ocasionó ayer que Alejandro Bienvenido López, padre de Omar y César Alejandro, sufriera un problema de salud que obligó que fuera ingresado en el Centro Médico de Moca, donde es mantenido en observación. 
La forma en que escapaban y cómo eran acogidos en apartamentos de residenciales de Santiago, hacen pensar a Félix Méndez, que sus parientes fueron víctimas de alguien que los envolvía en el mundo de la CRIMINALIDAD.

Historial
Entrevistados por reporteros de elCaribe, en la casa de la familia López Méndez, en la comunidad de Monte de la Jagua, varios parientes de los hoy occisos reconocieron que los padres perdieron el control de los dos jóvenes. 
Las autoridades les imputan la muerte de al menos seis personas, incluido un coronel del Ejército, un teniente de la Policía, y las heridas a cuatro agentes más. 

“Estos jóvenes, uno de ellos estaba en la universidad y el otro en segundo de bachillerato y su padre se graduó de informática en la universidad y trabajaba en sus tierras con siembra de plátano y hortalizas, y su madre es una psicóloga, por eso el asombro de todas las cosas”, dijo José Martín Méndez, otro pariente. 
Cecilia Méndez, madre de los dos jóvenes, no quiso conversar con la prensa, pero no intentó impedir que sus parientes lo hicieran. Los vecinos tampoco salen del asombro por lo ocurrido.

La vida de los hermanos cambió de repente 
José Argeni, vecino de la familia, recuerda que hasta hace poco, los dos hermanos tenían hasta un grupo de música urbana, con el que, en ocasiones, hacían hasta presentaciones en la comunidad y también ayudaban a sus padres. Otros reconocen que la forma en que llegaban con vehículos de lujo, comenzó a levantar sospecha entre los moradores de Monte de la Jagua.