miércoles, 6 de agosto de 2014

El escándalo Biogenesis desnuda, nueva vez, las debilidades béisbol en República Dominicana.


SANTO DOMINGO. Si Biogenesis fue un volcán devastador, cuyas primeras lavas afectaron seriamente la Marca País dominicana en suelo estadounidense, la erupción de ayer tuvo tanta fuerza, que superó los miles de kilómetros de frontera marina que separan la isla de la tierra de Kennedy y Lincoln.
Yahoo!Sports ya lo ubica entre los escándalos más grandes de la historia deportiva, junto al de Ben Johnson, el de la Alemania Oriental (RDA) en las Olimpíadas por dos décadas y el de Lance Armstrong.
Los dominicanos Yuri Sucart, el primo de Alex Rodríguez, a quien el toletero mencionó en 2009 como responsable de doparlo, y Juan Carlos Núñez, quien supuestamente creó la página web falsa, donde Melky Cabrera dijo compró sustancias prohibidas en 2012, figuran entre las nueve personas que ayer fueron arrestadas por la Administración para el Control de las Drogas (DEA en inglés) y procesadas por autoridades federales de Miami por el escándalo que estalló en enero de 2013.
Anthony Bosh, fundador de la clínica de rejuvenecimiento, y cerebro del programa de dopaje, se entregó a la Justicia en la mañana de ayer, y podría pasar entre 36 meses y 10 años en prisión, tras declararse culpable. El caso está en manos del magistrado Jonathan Goodman, del Distrito Sur de la Florida.
También fueron acusados de conspirar para distribuir testosterona Carlos Javier Acevedo, Jorge Augustine Velázquez, Christopher Benjamín Engroba y Lázaro Daniel Collazo.
Además de los 12 peloteros que confesaron haber usado el esquema de dopaje de Biogenesis, y de que fueron suspendidos 13 jugadores, entre ellos Nelson Cruz y Jhonny Peralta, la entidad enclavada en el lujoso distrito Coral Gables está acusada de reclutar a jóvenes de entre 15 y 17 años en Florida a quienes cobraba de US$250 a US$600 por mes para obtener sustancias para mejorar el rendimiento.
Mark Trouville, agente de la DEA encargado de la división de Miami, le dijo al diario USA Today que Sucart y Acevedo expandieron el negocio a la República Dominicana, donde trabajaban con Score Management Group, una agencia que, de acuerdo con su página web, realiza trabajos de representación, asesoría legal, imagen, financiera y médica a atletas.
La demanda indica que en el país, Sucart y Acevedo reclutaban prospectos entre 12 y 17 años que buscaban firmar para el profesionalismo. Bosch suministraba las jeringuillas cargadas de testosterona que eran distribuidas en el país entre agentes y entrenadores independientes.
Varios medios estadounidenses publicaron imágenes de Sucart siendo sacado de su hogar esposado.
La suspensión que en la actualidad cumple Rodríguez, de una temporada completa, es por su vinculación con ese caso.
Por el mismo caso también fueron suspendidos Jordany Valdespín, César Puello, Fautino de los Santos, Antonio Bastardo, Fernando Martínez y Jordan Norberto.
Los atletas profesionales pagaban hasta US$12 mil al mes por las drogas que les daba Biogenesis, con la promesa de que las sustancias no serían detectadas en controles antidopaje, señaló la fiscalía.
De momento se desconoce si los jugadores que ya cumplieron la suspensión de las Grandes Ligas tendrán que testificar, aunque abogados citados por el diario New York Daily News indican que sí. El esquema funcionó entre 2008 y 2012.

El origen
Un reportaje del diario Miami New Times en enero de 2013, que provocó la investigación de Grandes Ligas, señalaba que entre 2009 y 2012, Rodríguez compró hormona de crecimiento humano y otras sustancias a Biogenesis of America. 
El periódico indicaba que tenía registros de las compras realizadas por el toletero de los Yanquis y otros jugadores. Grandes Ligas demandó a Bosch y su clínica, pero retiró la demanda en febrero.