sábado, 2 de agosto de 2014

Circunvalación al sur de Santiago, la avenida de la muerte.


SANTIAGO.- Salir de sus casas sin saber si podrán regresar a ella es la situación a la que se enfrentan diariamente quienes se ven en la necesidad de cruzar la avenida Circunvalación específicamente en la calle que conecta los barrios Pekín y La Cruz de Mary López de esta ciudad.
 Un lugar que según testifican quienes lo frecuentan “por necesidad y no por gusto” se ha convertido en escenario de muertes violentas y accidentes que despiertan el temor en los transeúntes.
 Al visitar la calle e intentar cruzar por ella, se puede apreciar que es un caos la situación aquí. Vehículos pesados desplazándose a velocidades que dan de qué hablar, mientras que la gente en medio de la carretera que ni siquiera tiene una línea divisoria más que la imaginaria, esperan que algún buen samaritano “se digne a cedernos el paso”.
Algunos no han logrado cruzar al otro lado, y es que han sido arrollados en el intento, mientras que otros temen ser las próximas víctimas de esta carretera que más de uno califica como “muy peligrosa”.
Porfirio García quien tiene veinte años como motoconchista desde una esquina próximo a la avenida contó que ya le ha tocado presenciar más de un accidente aquí. 
Dijo que “es lamentable el hecho de que con el paso de los años no se haya podido buscar una solución a esta situación de la que ya han sido víctimas varias personas y nadie hace nada”. 
Indicó que agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) deberían estar de manera permanente en esta zona regulando el flujo de vehículos y ayudando a los transeúntes a cruzar la calle sin tener que estar tan expuestos a ser arrollados por algún vehículo. 
 De su lado, Xavier García quien tiene un negocio en esta avenida, atribuyó la situación a que “en su mayoría los vehículos pesados se desplazan a una velocidad demasiado alta y cuando alcanzan a ver a la gente en el medio de la carretera no les da tiempo a frenar y terminan llevándoselos de paso”. 
Dijo que esta situación es preocupante y que debería ser regulada por la AMET “porque aunque hay un semáforo, permanece más dañado que en buen estado y mientras tanto la gente sigue exponiéndose al peligro”.
 Asimismo indicó que “esto no se ha resuelto porque quienes frecuentan la zona son en su mayoría personas de escasos recursos económicos que al parecer no le duelen a nadie, porque no se dignan a buscar una solución factible”. 
 Dijo que ha presenciado varios accidentes en los siete años que tiene trabajando en este lugar “pero nadie hace nada, sólo se escuchan las noticias de que mataron uno ahí, pero todo sigue igual”.