Dennis Rodman ingresó a un centro de rehabilitación a fin de superar su viejo problema con el alcoholismo, informó el sábado el agente del ex astro de la NBA.
Darren Prince se negó a precisar qué centro atenderá a Rodman o por cuánto tiempo permanecerá el ex basquetbolista ahí. Rodman volvió recientemente a Estados Unidos, tras un nuevo viaje a Corea del Norte.
Luego, se disculpó por los comentarios que hizo en el país comunista acerca de un misionero estadounidense detenido ahí. El basquetbolista reconoció que había bebido y se sentía presionado mientras organizaba un partido de exhibición en el país asiático.
Antes del encuentro, Rodman le cantó "Feliz Cumpleaños" al líder norcoreano Kim Jong Un.
"Lo que era potencialmente un acto histórico y monumental se convirtió en una pesadilla para todos los involucrados", dijo Prince. "Dennis Rodman volvió de Corea del Norte en malas condiciones emocionales. Las presiones que soportó para ser una combinación de 'superhombre', figura política y 'mediador de acuerdos' exigió lo mejor de él. Se siente avergonzado, entristecido y arrepentido por el enojo y daño que sus palabras han causado".
Rodman ganó cinco títulos de la NBA con los Pistons de Detroit y los Bulls de Chicago, y fue uno de los jugadores más fieros en la cacería de rebotes. Además, condimentó la NBA con una personalidad heterodoxa.
Detroit reclutó a Rodman en el "draft" de 1986, procedente de la Universidad del Sureste de Oklahoma. El ex deportista, originario de Trenton, Nueva Jersey, jugó también para San Antonio, los Lakers de Los Ángeles y Dallas.
Ingresó al Salón de la Fama Naismith en 2011.
Rodman permitió que se bautizara con su nombre una marca de vodka a finales del año pasado. El proyecto comenzó antes de las relaciones del deportista retirado con Corea del Norte, pero se ha cancelado.
El astro de 52 años, famoso por su calidad en la cancha pero también por sus tatuajes, perforaciones en la piel y mala conducta, ha sido el estadounidense más conocido en reunirse con Kim desde que el líder norcoreano heredó el poder de su padre Kim Jong Il en 2011. Viajó por primera vez a Corea del Norte en febrero, con los Harlem Globetrotters, para una serie de HBO, producida por VICE, una empresa neoyorquina.
Pero ha recibido críticas por no tratar de ejercer su influencia sobre Kim para lograr la liberación de Kenneth Bae, un misionero estadounidense con problemas de salud, que permanece retenido en la nación comunista por cargos de crímenes "contra el Estado".