NUEVA YORK._ Miles de transeúntes y residentes en el área de la Segunda Avenida, donde se construye una nueva línea del metro, entraron en pánico por la errática y espectacular explosión de una dinamita mal colocada bajo tierra y cuya erupción provocó que trozos de concreto y rocas salieran a la superficie, mezcladas con humo negro y alcanzando una altura hasta más de seis y ocho pisos, superando las de muchos edificios en la zona.
Las autoridades dijeron que no hubo heridos por la explosión, pero transeúntes, residentes, vendedores callejeros y turistas, recordaron de inmediato las permanentes amenazas de organizaciones terroristas para perpetrar nuevos ataques a estructuras de la ciudad, especialmente en la casi víspera de la celebración del 11 aniversario de la asonada contra las torres gemelas.
La explosión se produjo a las 12:45 de la tarde de este martes 21 de agosto en la intersección de la calle 72 y la Segunda Avenida, una de las área de mayor tráfico de personas y vehículos y situada en el lado Este del Bajo Manhattan.
John Wilson, de 69 años de edad, quien caminaba acompañado de su esposa y logró tomar fotografías de la explosión, dijo que fue como "el final de una exhibición de fuegos artificiales" que casi sintió en su cara.
El testigo que reside en Carolina del Norte y practicaba ejercicios después de un trasplante de cadera, señaló que la explosión dejó un amplio y profundo cráter, donde se construye la entrada a una de las nuevas estaciones del metro.
La Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA) rápidamente aclaró que no se trató de un ataque terrorista y que la explosión fue provocada por un error que sacó de control una dinamita que debía haber sido controlada.
"No hay daños importantes, sólo ventanas rotas es lo más grave que ha ocurrido", dijo el portavoz de la MTA Adam Lisberg. "Es evidente que algo salió mal y estamos suspendiendo la demolición bajo tierra hasta que sepamos lo que realmente pasó", agregó el funcionario.
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