El Papa Benedicto XVI emprende este viernes su segundo viaje a América Latina, que le lleva a México y Cuba, donde impulsará una nueva evangelización y exhortará a sus habitantes a la reconciliación y a luchar contra la violencia, el narcotráfico y la injusticia y a favor de la paz.
“Invito a todos a acompañarme con su cercanía espiritual, para que en esta visita se cosechen abundantes frutos de vida cristiana y renovación eclesial, que contribuyan al auténtico progreso de esos pueblos”, ha dicho el papa en la vigilia del viaje.
Benedicto XVI, de casi 85 años, ya estuvo en 2007 en América Latina, pero en esa ocasión sólo visitó Brasil.
Ahora vuelve a dos países de lengua española para proclamar de nuevo el Evangelio a esos pueblos que fueron evangelizados hace 500 años, que siguen siendo fieles a la Iglesia, pero en los que avanza la secularización y la penetración de las sectas.
Según el Papa, ha llegado el momento para volver a evangelizar “con una fe recia” esa región donde viven casi la mitad de los más de 1,200 millones de católicos del planeta.
El pontífice desea que el mensaje de este viaje sea extensible a toda Latinoamérica y durante los seis días de visita exhortará a sus ciudadanos a fomentar la reconciliación, la fraternidad y la solidaridad y a luchar contra la violencia, el narcotráfico, la injusticia, el analfabetismo, la corrupción y la miseria y a favor de la paz y cuidado del medio ambiente.
Asimismo, les animará a defender la vida humana desde su concepción hasta su ocaso natural y la tutela de la familia, institución que sufre cada vez más -según ha denunciado- situaciones adversas causadas por los cambios culturales, banalización de la sexualidad y las falsas ideologías.
La primera etapa del viaje es México, donde se encon- AP trará, según el cardenal secretario de estado, Tarcisio Bertone, con un país que se enfrenta a la violencia, la corrupción, el narcotráfico, que obliga a todas los mexicanos a “refundar” la nación sobre los valores cristianos, “que son la convivencia pacífica, la hermandad, la solidaridad y la honradez”.
México sufre una escalada de violencia causada por la guerra entre los carteles de las drogas por el control del territorio y los enfrentamientos de estos con el Estado, que han causado más de 47,000 muertes.
El Papa encontrará también un México que se prepara para elecciones el 1 de julio, entre ellas presidenciales.
En ambientes políticos la visita ha levantado suspicacias, ya que el hecho de que sólo se entreviste con el presidente, Felipe Calderón, lo consideran como un apoyo a su partido.
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