La Fuerza Aérea de Estados Unidos lanzó un misil balístico desarmado intercontinental el miércoles desde la base aérea Vandenberg, con el fin de probar la eficacia, precisión y preparación de la arma.
La prueba del misil Minuteman III tomó lugar a las 12:03 a.m. desde el extremo norte de la base, ubicada cerca de Lompoc. El escuadrón de prueba de vuelo 576 estará encargado de supervisar la prueba de misil y será responsable por su telemetría, rastreo y sistema de autodestrucción.
Según el coronel Chris Moss, comandante de la escuadra espacial 30 de Vandenberg, la prueba de misil es imprescindible para que Estados Unidos pueda verificar el estatus y demostrar la capacidad de su fuerza nuclear.
Sin embargo, la Fundación para la Paz en la Era Nuclear, una organización sin fines de lucro, ha criticado el hecho de que esta prueba se esté realizando en un momento de tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte. En las últimas semanas, Corea del Norte ha aumentado sus pruebas de misiles.
Por medio de un comunicado a Los Angeles Times, David Krieger, presidente de la fundación, dijo que, “En materia de pruebas de misiles, Estados Unidos opera bajo una doble moral: considera que todas sus pruebas son justificadas y útiles, mientras plantea las pruebas de Corea del Norte como amenazantes y desestabilizadores. Lo que nos hace falta es diplomacia, no provocaciones militares. Las amenazas, ya sean por medio de tweets o lanzamientos de misiles capaces de portar ojivas nucleares, solo aumenta el peligro para todos”.
El martes, la flota 7 de Estados Unidos informó que estaría realizando ejercicios marítimos con barcos navales de Japón y Corea del Sur.
“Ambos ejercicios,” dijo la flota 7 de Estados Unidos por medio de un comunicado a Los Ángeles Times, “apuntan a un compartido compromiso a la seguridad y estabilidad del noreste de Asia, así como la flexibilidad innata de la marina de unirse a fuerzas navales aliadas para responder a una amplia gama de situaciones”.
