domingo, 27 de noviembre de 2016

Cubanos de Miami celebran muerte de FIDEL CASTRO.


La noticia de la muerte de Fidel Castro se expandió rápidamente por Miami, el centro de la comunidad de exiliados cubanos, donde una efusión de emocionadas multitudes salieron jubilosas a las calles de la Pequeña Habana.

Algunos destaparon botellas de champaña, otros sacaron ollas y ondearon la bandera cubana celebrando la muerte del hombre que definió la vida de muchos cubanos a través de décadas de exilio en Estados Unidos.

Cientos de personas se reunieron a las afueras del Café Versailles, el que ha sido durante mucho tiempo el lugar favorito de la comunidad de exiliados, ocupando calles y andenes, coreando, cantando, bailando y grabando en sus teléfonos celulares el histórico momento.

Otros gritaban “libertad”, una expresión de esperanza para sus compatriotas en Cuba.

La celebración se extendió hasta las 4 de la mañana, hora local, más de cinco horas después de que fuera anuncia por primera vez la muerte de Fidel Castro a través de la televisión estatal cubana.

Los automovilistas que pasaban por la Calle Ocho se sumaron a la celebración haciendo sonar sus bocinas y encendiendo las luces al pasar por el corazón de la Pequeña Habana.

El sábado por la mañana una nueva ola de celebraciones empezaron en este lugar con más gente celebrando y ondeando banderas.
‘Todo el mundo espera una Cuba libre pronto’

"Se trata de una celebración, pero no es una celebración de la muerte, sino el principio de la libertad que hemos estado esperando durante muchos años", dijo un cubano-americano.

“La esperanza no es solo por la muerte de Fidel, también esperemos que la gente de Cuba se abra un poco más para que vaya en contra de lo que está sucediendo allí”, añadió.

Muchas familias han sufrido décadas de separación, dice él, pues muchos se fueron sin la posibilidad de regresar.

Otro cubanoamericano nacido en Miami le dijo a CNN que vio "este gran momento no como la celebración de la muerte de alguien, sino para celebrar la libertad”, particularmente de muchos prisioneros políticos que hay aún en Cuba.

“Me encantaría ir a Cuba, a una Cuba libre. Ahora mismo Cuba no lo es. Así que creo que por eso son estas celebraciones porque todos tienen la esperanza de que los derechos humanos vuelvan a la isla”, dice.