A tres años de la muerte del expresidente venezolano, Hugo Chávez, las teorías que apuntan a una conspiración para asesinar al mandatario socialista vuelven a ocupar el debate.
La explicación oficial es que el líder de la revolución bolivariana –quien sufría de cáncer– falleció víctima de un ataque cardiaco el 5 de marzo de 2013.
Pero el blog de la investigadora Eva Golinger volvió a revivir el debate sobre las supuestas causas de la muerte de Chávez.
En el centro de la teoría está el exjefe de la guardia presidencial, Leamsy Villafaña Salazar, quien hoy es un testigo protegido de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
A Golinder le llama la atención que “quien le llevaba su comida, café y agua (a Chávez), hoy es un testigo protegido en EEUU de los EEUU”.
En el escrito, publicado a principios de mes y titulado “La muerte de Chávez cumplió los objetivos de Washington” , la columnista de RT en Español además argumenta que “las acciones ocultas de Villafaña Salazar y su íntima colaboración con las agencias de inteligencia de Washington, pronto se darán a conocer”. Golinger no ofrece más detalles.
Hace unas semanas, el periodista Nil Nikandrov planteó una hipotesis similar en el artículo titulado “El asesinato de Chávez. La CIA y la DEA cubrieron la pista”.
El ruso indica que, mientras Chávez estaba vivo, Villafaña Salazar estaba comprometido con el proyecto bolivariano. Pero luego de la muerte del presidente rompió vínculos con el gobierno venezolano.
De acuerdo con la información suministrada por Nikandrov, Villafaña Salazar había estado en negociaciones con la DEA durante 13 meses, tanto para cuadrar su fuga como para garantizar la seguridad de su esposa e hijos.
A Nikandrov le llama la atención que no se menciona a la CIA en reportes de fuentes. La explicación para esto, según él, es que al ésta ser una agencia de espionaje a las autoridades no les convenía dar información al respecto.
De acuerdo con el artículo, las autoridades en Venezuela recolectan evidencia de las actividades de Villafaña Salazar y sus encuentros con representantes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y la DEA.
Evalúan además la posibilidad de que el exfuncionario suministrara información a los estadounidenses sobre el material biológico de Chávez y los itinerarios de viaje del entonces presidente.
Nikandrov también destaca en su escrito que Villafaña Salazar brindó seguridad al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, pero que el funcionario comenzó a dudar de él y pidió su transferencia a otro puesto.
Luego del golpe de estado de 2002, los vínculos entre Salazar y Chávez parecían inalterables. Cuando el presidente regresó a Miraflores, fue el exescolta quien dirigió a un grupo de militares a la azotea del Palacio Blanco. Allí, ondearon banderas rojas y cantaron el himno de Venezuela, lo que le valió las felicitaciones del presidente.
Tras 12 años de ser uno de los favorites de Chávez, Villafaña Salazar fue contactado por EEUU para realizar un curso de un año de Operaciones Especiales en la Infantería de Marina.
Recordemos que no es la primera vez que se pone en cuestionamiento las causas del deceso del socialista. El propio Nicolás Maduro insinuó que el cáncer de Chávez pudo haber sido inoculado por sus rivales.
Poco después del fallecimiento, el entonces vicepresidente acusó a los “enemigos históricos” del país de estar detrás del cáncer que sufría el mandatario y se mostró confiado en que algún día se podrá corroborar dicha afirmación.
