lunes, 7 de marzo de 2016

Goliat derribo a David; Lakers le ganaron a Warriors en una sorpresa para la historia.


Suele ocurrir que los buenos equipos, en ocasiones, no juegan bien contra los malos equipos.

Pero, ¿cómo explicar que el conjunto con el mejor récord de ganados y perdidos de todos los tiempos pierda contra uno que apenas había ganado 12 de sus 63 partidos y que se encontraba a 44.5 juegos de distancia en la tabla de posiciones?

Los Warriors de Golden State, en ritmo para establecer una nueva marca de victorias en una temporada, jugaron por mucho su peor encuentro de 2015-16 hoy en su último partido contra Kobe Bryant y perdieron ante los Lakers 112-95 en el Staples Center.

Golden State (55-6) apenas encestó 4 de 30 tiros de tres puntos (13%) y cometió 20 balones periodos. Stephen Curry fue dejado en 6 de 20 en tiros de campo y 18 puntos totales. Al menos pudo extender su récord de juegos seguidos con un triple, y literalmente, fue uno de 10 intentos. Klay Thompson se fue de 8-0 en lanzamientos de tres.

No es descabellado decir que el triunfo de los Lakers, abajo en las apuestas antes del juego hasta por 22 a 1, representa una de las mayores sorpresas -si no es que la mayor- de la historia de la NBA: se trata de la primera vez que un conjunto con récord de ganados y perdidos superior a .900 (Golden State llegó con .917) se enfrentó a uno con porcentaje inferior a .200 (los Lakers llegaron con .190) luego de 60 partidos jugados. Y lo impensable ocurrió.

Con gritos de “¡Ko-be!, ¡Ko-be!” de parte de los aficionados y hasta con la presencia de Jack Nicholson, quien salió faltando pocos minutos de juego con puño en alto, los Lakers pudieron lograr su triunfo más notable de la campaña. Kobe Bryant, ausente en juegos recientes por un hombro lastimado, tuvo 4 de 14 en tiros de campo y terminó con 12 puntos. Jordan Clarkson tuvo 25 y D’Angelo Russell 21.