Un asesor de ventas del fabricantes de aviones Embraer SA habría reconocido ante la justicia brasileña que entregó 3.5 millones de dólares a un funcionario del gobierno dominicano para la compra de ocho aviones tucanos de ataque turbohélice, en el año 2008, cuyo costo total ascendió a 92 millones de dólares.
Según una información publicada por The Wall Street Journal, el Consultor Elio Moti Sonnenfeld habría hecho la admisión ante los fiscales brasileños.
“El señor Sonnenfeld dijo a los fiscales, durante el último año, que recibió una comisión de $ 3.4 millones de dólares de Embraer para trabajo que nunca se realizó y se lo pasó como soborno a un funcionario público en la República Dominicana, según los resúmenes de sus declaraciones oficiales. El soborno presuntamente, según los fiscales, ayudó a Embraer asegurar el contrato de $ 92 millones de dólares en 2008 para vender al país ocho aviones de ataque turbohélice”, publica en inglés el diario.
Sonnenfeld dijo a los fiscales brasileños que él cree que los altos directivos de la empresa, entre ellos el presidente ejecutivo Frederico Curado, sabía de los pagos ilícitos, que fueron vinculados a la venta de aviones militares a la República Dominicana.
“La cooperación de Consultor Elio Moti Sonnenfeld con los fiscales, fue revelada en los resúmenes oficiales de sus declaraciones revisados ??por The Wall Street Journal”, señala el diario señalando que esta revelación aumenta las expectativas en torno al futuro de Embraer, con sede en Brasil, que es el tercer mayor fabricante mundial de aviones comerciales por ventas, “en medio de continuas investigaciones de la supuesta trama de soborno”.
“En 2014, los fiscales de Brasil presentaron una denuncia penal en contra de Sonnenfeld y ocho Embraer ex vicepresidentes, directores y gerentes, acusándolos de corrupción y lavado de dinero en relación con el esquema, que supuestamente se extendió desde 2008 hasta 2010”, explica The Wall Street Journal .
Hasta ahora, Curado no fue nombrado como acusado y no ha sido acusado de ningún delito.
El artículo fue escrito por los periodistas Joe Palazzolo y Rogerio Jelmayer.