lunes, 28 de marzo de 2016

ALTOS DE CHAVON ante los pies de Marc Anthony.


Que Marc Anthony le cantara a una niña del público, que subiera luego a un chico a bailar con él en el escenario, que llamara la atención que se le pegara una polilla en la espalda, que quisiera bailar con un miembro de la seguridad, o que le hiciera señas al ex pelotero Sammy Sosa para que lo visitara en el camerino, son detalles que pusieron sazón a un show que estaba, como dijo él en varias ocasiones, lleno de salsa. 

Como siempre, con sus lentes oscuros, su pose y movimientos al ritmo de la banda, Marc llegó a escena como un huracán entonando “Valió la pena”, iniciando de esta forma su concierto en el anfiteatro de Altos de Chavón la noche del pasado sábado. “Una cosa es decir: me siento como en casa, y otra es decir: estoy en casa”, expresó el artista, quien tiene una relación muy cercana con República Dominicana.

Música

La excelente ejecución de su orquesta y los aplausos de la audiencia matizaron el show que inició a las 9:00 de la noche. 

El salsero dio un repaso por varias de las más importantes canciones de su repertorio, mientras se movió como acostumbra, agitando los brazos y mostrando la emoción de reencontrarse con el público dominicano. 

Una excitación que quiso fuera replicada por la audiencia, a la que pidió en reiteradas oportunidades, se pusiera de pie y que bailara. “Esto es salsa y la salsa se baila, eso de estar sentados no lo es todo”, comentó el artista que en un momento de descarga de la interpretación de “Contra la corriente”, tomó la batería y se “enfrentó” a su timbalero, quien en su ejecución se echó agua encima. 

Una hora y 45 minutos después se despidió luego de ser el protagonista de una fiesta que cerró acompañado de un grupo de jovencitos del orfanato “Niños de Cristo”, ubicado en La Romana, y que patrocina el cantante, bailando en el escenario “Vivir mi vida”. “Mis hijos”, dijo Marc, con lágrimas en los ojos.