sábado, 6 de febrero de 2016

Exmilitares haitianos toman calles de la capital en medio de crisis política.


Miembros del disuelto Ejército de Haití salieron ayer a las calles de Puerto Príncipe a poner "orden" en medio de la crisis política que vive la nación, cuyo presidente, Michel Martelly, concluirá el domingo su mandato sin que se haya elegido a su sucesor en las urnas.

Los exmilitares se desplazan por las calles en motocicletas y con armas.

Su presencia ha creado pánico en la población de Puerto Príncipe, sobretodo después de que uno de sus líderes, Guy Philippe, involucrado en el golpe de Estado perpetrado en 2004 en contra del presidente Jean Bertrand Aristide, señalara que si la oposición "quiere guerra" ellos "están listos".

"Tenemos que hacer todo para evitar caos en el país y estoy listo para luchar contra la anarquía", señaló en una entrevista a una emisora Philippe, acusado de tráfico de droga por Estados Unidos.

Martelly sugirió hoy que la Jefatura del Estado, que él dejará el 7 de febrero, sea ejercida temporalmente por el titular de la Asamblea Nacional, Jocelerme Privert, o el de la Corte Suprema de Justicia, Jules Cantave, mientras se resuelve la crisis electoral.

A través de un comunicado, el mandatario haitiano informó de que se discute la creación de un Gobierno de transición, en el que, en su opinión, deben mantenerse los ministros de su Gabinete.

Martelly propuso completar el Consejo Electoral Provisional (CEP), casi desmantelado por la dimisión de siete de sus nueve miembros, y continuar con el aplazado proceso para escoger un nuevo presidente.

A dos días para el final del mandato de Martelly continúan las discusiones para evitar que en Haití haya un vacío de poder, producto de la crisis electoral en que se halla inmerso el país.

Haití tenía previsto celebrar el pasado 24 de enero la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que fueron aplazadas dos días antes por el Consejo Electoral Provisional (CEP) ante la situación de violencia que vive el país y que ha dejado al menos tres muertos.

A esas elecciones estaban convocados el candidato oficialista, Jovenel Moise, y el opositor, Jude Celestin, quien se negó a participar en la segunda ronda electoral, prevista inicialmente para el 27 de diciembre, por el supuesto fraude cometido en la primera ronda, celebrada el pasado 25 de octubre.