La clase media en EEUU está llena de deudas y la demanda se está desacelerando ¿Entonces cómo pueden generar ganancias los bancos? La respuesta es torcer las reglas.
Dos de las principales compañías de análisis crediticio están explorando nuevas maneras de evaluar la capacidad de los consumidores para manejar préstamos, alejándose de las fuentes tradicionales de información como las tarjetas de crédito y los préstamos de auto y examinando minuciosamente las cuentas telefónicas y de servicios públicos, historiales de cambios de dirección e información obtenida en los negocios de alquiler de DVD y de las tiendas de alquiler de muebles con opción de compra.
Estos esfuerzos podrían generar nuevas clases de clientes para los grandes bancos estadounidenses, y llegan en momentos en que los prestamistas tienen dificultades para generar ganancias estables en un clima de estrictas regulaciones y tasas de interés ultra bajas. En los resultados del tercer trimestre dados a conocer esta semana, los tres mayores bancos de EEUU — Wells Fargo, Bank of America y JPMorgan Chase — han reportado disminuciones interanuales en los ingresos trimestrales.
Una de las compañías, FICO, ha estado trabajando en un proyecto piloto con una docena de compañías estadounidenses de tarjetas de crédito, y ahora asegura haber desarrollado formas confiables para concederles préstamos a millones de personas que históricamente han estado fuera del sistema.
Will Lansing, director ejecutivo de la compañía con sede en San Jose, California, dijo que FICO analizaba cada vez más los datos en una gama amplia: el historial de pago de las tarjetas de crédito en un extremo — la forma más confiable de conocer la capacidad crediticia — y en el otro, la información encontrada en las plataformas de redes sociales como Facebook.
“Si se busca cuántas veces una persona escribe “borracho” en su perfil, se puede predecir de alguna manera si esa persona va a pagar su deuda”, dijo. “No es mucho, pero es mejor que nada”.
Es probable que las tarjetas de crédito y los préstamos para la compra de autos se encuentren entre los puntos brillantes de las cifras del tercer trimestre de los bancos estadounidenses, y que buena parte del crecimiento haya sido impulsada por los segmentos considerados de menor categoría, o “subprime”. Pero las hipotecas y los préstamos personales probablemente sean irregulares, lo que sugiere que muchos consumidores en EEUU han pedido prestado todo lo que han podido.