miércoles, 12 de noviembre de 2014

Histórico: el robot Philae 2014 aterrizó sobre el cometa 67P.


La Agencia Espacial Europea comunicó el éxito del aterrizaje del robot Philae 2014 sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, tras abandonar la sonda Rosetta en la mañana de este miércoles.
El módulo de aterrizaje de 100 kilos de peso tardó siete horas en alcanzar la superficie helada del cometa.
Con su éxito, por primera vez en la historia una aeronave aterriza en cometa.
Ahora se dedicará a estudiar in situ la evolución de este cuerpo celeste, rompiendo otra barrera en el estudio del espacio.

¿Cómo se realiza el descenso de una nave espacial en un cuerpo que pasa a 66.000 kilómetros por hora?
Es un problema con el que vienen luchando los científicos desde hace una década y ahora hicieron realidad, en una de las aventuras espaciales más audaces de la historia: el descenso de una sonda científica sobre la bola de hielo y polvo conocida como 67P/Churyumov-Gerasimenko.
El evento es la culminación de la travesía de Rosetta, iniciada hace una década, para estudiar esos cuerpos celestes helados que siempre han fascinado a la humanidad. Los científicos esperan que los datos recolectados por Rosetta y su sonda Philae les permitan conocer mejor los orígenes de los cometas y otros cuerpos celestes.
La agencia anunció el martes que los sistemas a bordo de Philae no se habían encendido correctamente. Ante el peligro de una calamidad cósmica, los científicos intentaron apagarlos y reencenderlos.

"La sonda se encendió con éxito y los preparativos continúan de acuerdo con los planes", dijo la agencia en su página de internet.
El traspié es un ejemplo de lo que puede andar mal en la misión de 1.300 millones de euros (1.620 millones de dólares), concebida hace más de dos décadas.
Lanzada en 2004, la nave Rosetta tuvo que dar tres vueltas a la Tierra y una a Marte para adquirir impulso suficiente para perseguir al cometa. Después de una travesía de 6.400 millones de kilómetros, se acercó al 67P en agosto.
Ahora Rosetta y el cometa vuelan a la par a 66.000 kph entre las órbitas de Marte y Júpiter, a 500 millones de kilómetros de la Tierra. A esa distancia, la Agencia Espacial Europea tiene que utilizar las antenas de la Red Espacial Profunda de la NASA para comunicarse con su nave.
Si algo funcionaba mal, los científicos sólo podrían mirar. Puesto que una orden tarda más de 28 minutos en llegar a Rosetta, la sonda estaba programada para descender de manera autónoma.
Una vez que la sonda de 100 kilos terminó el descenso, lanzó dos arpones para anclarse sobre la superficie.
Los especialistas comparan el proceso con sobrevolar una ciudad en globo y tratar de alcanzar un punto determinado.