El cadáver del jugador Oscar Taveras, quien falleciera en un trágico accidente el pasado domingo, está siendo velado desde anoche en la Funeraria Blas Blass de aquí y será sepultado esta tarde a las cuatro.
En medio de un llanto generalizado, al filo de las siete de la noche, familiares, compañeros, directivos y el pueblo en general, recibieron el cuerpo sin vida del jardinero de Cardenales de San Luis y Águilas Cibaeñas, de apenas 22 años de edad.
Inmediatamente fue expuesto el difunto Taveras, comenzó el torrente de lamentos y sollozos que reflejaban el sufrimiento y dolor de todos los que sentían amor y afecto por el definido por muchos como “un joven lleno de vida”.
Deseosos por dar un último adiós al prometedor jugador de Grandes Ligas, una avalancha humana abarrotó el lugar fúnebre que resultó insuficiente para albergarlos a todos.
Entre sollozos, Francisco Taveras, padre del extinto atleta, recordó las palabras finales que escuchó de su hijo cuando tuvieron un último contacto.
“Papi, el año que viene me voy a ganar un puesto seguro con San Luis”, me dijo.
En medio del dolor, el progenitor de Taveras sacó fuerzas para enviar un mensaje a todos los jóvenes del país, exhortándolos a que se llenen de tolerancia y que sean modelos a seguir dentro de la sociedad. “
Que esto les sirva de ejemplo para que tomen las cosas con calma”, externó muy compungido.
La madre de Oscar, Marisela Taveras, desconsolada y embargada por la tristeza, no pudo expresar palabras.