Un dominicano fue ultimado por un policía municipal panameño, luego de que el agente utilizó una pistola eléctrica para someterlo a la obediencia, de acuerdo a reportes de medios de prensa.
El hecho ocurrió a las 6:30 del sábado en el mercado San Felipe Neri, en la demarcación Catedral, detalla la edición digital del periódico La Prensa. La víctima fue identificada como William Guerrero Rosario, de 47 años.
La nota explica que el Ministerio Público fue apoderado del caso y que inició una investigación.
“El jefe de Seguridad del Municipio de Panamá, Aivin Singh, informó que el incidente se registró a las 6:30 p.m. del pasado sábado, cuando un policía municipal detectó dentro del mercado San Felipe Neri, en Catedral, a un sujeto que deambulaba por el lugar. De acuerdo con Singh, el policía municipal le dio la voz de alto y al pedirle su identificación el sujeto intentó desarmarlo. El agente logró reaccionar y accionar la pistola eléctrica”, explica la publicación.
Añadió que el policía actuó conforme al protocolo, al usar fuerza no letal para reducir al atacante y aseguró que los agentes fueron entrenados en el uso de la pistola (Taser), que establece que los disparos solo se pueden realizar de la cintura hacia abajo . Dijo que en el caso en cuestión se cumplió con la norma.
La nota señala que el Municipio de Panamá adquirió en el año 2011 un lote de Taser, al igual que el Servicio de Protección Institucional (SPI) y la Policía Nacional y que Amnistía Internacional calificó el uso de las pistolas eléctricas como peligrosas, ya que solo en Estados Unidos han ocasionado la muerte de 500 personas. El organismo ha solicitado investigaciones más científicas para conocer el efecto real de las descargas.
En tanto la versión digital del periódico El Siglo reseña que de acuerdo a testigos, la muerte de el hombre se produjo luego de una discusión con el dependiente de un local comercial por el costo de una bebida, lo que provocó que éste llamara a los policías, quienes primero rociaron gas pimienta al hombre y luego dos le dispararon la descarga eléctrica.
"Aparentemente, a William le faltaban 10 centésimos para comprar una bebida, por lo que eso desató un altercado. El dependiente llamó a los policías municipales, quienes al ver que William estaba algo exaltado le arrojaron gas pimienta. Esa acción no fue suficiente, por lo que ellos optaron por utilizar sus pistolas eléctricas", dice la nota.
Agrega que el muerto dejó tres hijos en la orfandad y se dedicaba a la venta de comida y que su pareja, Yariela Benítez, dijo que planean demandar al Estado.