Parece que Rihanna se toma muy en serio la letra de sus propias canciones. La intérprete de Diamonds —que comienza con la frase “Shine bright like a diamond” (brilla como un diamante)— eligió un vestido transparente hecho a medida de Adam Selman, con rejilla en color nude y cubierto con 216,000 cristales Swarovski, para recoger su premio Fashion Icon del Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA, por sus siglas en inglés).
El vestido, que dejaba muy poco a la imaginación, causó gran impacto en la alfombra roja del evento por mostrar todos los encantos de la barbadense, que tuvo la delicadeza de llevar un tanga color nude bajo sus transparencias, pero no sujetador.
Con cuello halter y espalda al desnudo, el modelo de Selman también permitió apreciar sus múltiples tatuajes, como la cruz que luce en su antebrazo derecho o la diosa egipcia Isis con alas extendidas bajo sus senos.
Considerada una mujer a la que le gusta arriesgar con la moda, Rihanna lució además guantes y turbante a juego, una estola de piel rosada y sandalias doradas. Para completar su brillante look, optó por un maquillaje de ojos ahumados y labios discretos que resaltaban su rostro.
El premio Fashion Icon se entrega a personas cuyo estilo ha causado un profundo impacto en la cultura popular a nivel internacional —Lady Gaga, Kate Moss y Nicole Kidman lo han recibido anteriormente. Aunque el llamativo vestido pueda generar opiniones de todos los gustos, lo cierto es que Rihanna causó sensación.
