Santiago.- Una cama montada en cuatro bloc y un sofá viejo son las únicas cosas con que cuenta la destartalada casucha que Lesbia Ramos, construyó con trozos de madera y hojalata.
La vivienda habitada junto a otros seis miembros de su familia en cualquier momento podría desplomarse encima de sus ocupantes.
Lesbia bautizada por el ex alcalde José Enrique Sued como “lagrimita”, por sus constantes ruegos por una ayuda, reside en la comunidad Los Gandules del distrito municipal de Hato del Yaque.
A sus 76 años, su única ilusión es vivir con dignidad y dejar a sus hijos y nietos un hogar decente. Los niveles de pobreza las llevan muchas veces a pasar hambre debido a que sobreviven con lo que le dan en la calle.
Las únicas pertenencias son su pipa y una foto tomada con el Presidente Danilo medina que guarda como el bien más preciado, en espera de cuando lo vea exponerle su situación. En ocasiones, su esposo Rafael Gómez, se dedica a la búsqueda de materiales en los basureros.
“A veces me voy al Hospedaje Yaque y allí me dan las rabizas de los plátanos, lo que queda de las verduras y con eso nos pasamos hasta una semana comiendo”, expresa Ramos al hablar con reporteros de El Caribe.
El fogón de la cocina prácticamente en pocas ocasiones se prende, por no tener con que comprar los alimentos.
Por no tener con que pagar los 300 pesos de la factura eléctrica, recientemente le cortaron la luz. Detrás su casa, uno de sus hijos decidió mudarse para cuidar a su madre, pero sus condiciones son iguales de precarias.
La fundación Rosa Albania Gómez, interesada por el caso de la anciana decidió iniciar el proceso de construcción de la vivienda, pero para ello requiere de los materiales.
“Ya un arquitecto es trabajando en los planos, al ver lo deplorable de la situación como vive esa familia nos interesamos por su caso”, indica Gómez.
La casa que pretenden construir será en base de bloc y arriba madera y zinc.