El presidente venezolano, Nicolás Maduro, informó hoy la muerte de un joven en el oeste del país apuñalado en una barricada montada en las protestas que se repiten desde el pasado 12 de febrero en Venezuela y que ya han costado 11 vidas.
En una alocución ante cientos de ancianos, que marcharon hasta el palacio presidencial en apoyo a su Gobierno, Maduro dijo que el joven Danny Vargas murió en una "guarimba" (barricada callejera) en el estado Táchira, fronterizo con Colombia, cuando fue acuchillado por "un señor humillado" previamente por los manifestantes.
Cuando el joven pretendía pasar por la barricada, en la cual no participaba, relató Maduro, llegó al lugar una persona que había sido agredida allí, la cual lo mató con un arma blanca.
"Un señor humillado y un muchacho víctima de la agresión de los guarimberos y luego la violencia incontrolada; ambas, víctimas", dijo Maduro, que denuncia un intento de "golpe de Estado prolongado y fascista" en su contra, ante el cual prometió "mano de hierro".
Las manifestaciones se repiten diariamente en Venezuela desde el pasado 12 de febrero y tras ellas se han registrado hechos de violencia que ese mismo día dejaron tres muertos.
Tanto el Gobierno como la oposición han multiplicado los llamamientos a que las manifestaciones se efectúen sin recurrir a la violencia, que además de los once muertos ha dejado más de 150 heridos y decenas de detenidos.
El líder opositor y excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles dijo hoy que "las protestas seguirán" hasta que el Gobierno atienda las demandas de los manifestantes.
Estudiantes y opositores presentaron ayer una agenda de demandas, que incluyen, entre otras, la exigencia de la liberación de los detenidos en las protestas y del dirigente opositor Leopoldo López, así como la conformación de una comisión parlamentaria, con la Fiscalía y los tribunales y que "haya justicia para todos los caídos" y reprimidos.