NUEVA YORK.- Un fuego de cuatro alarmas que dejó a más de 100 afectados, un bombero grave y tres civiles lesionados, está siendo investigado como sospechoso por el Departamento de Bomberos y la policía. El siniestro, se inició en el primer piso de una bodega a las 10:30 de la mañana del lunes, situada en la avenida Saint Nicholas y la calle 174.
Las llamas y el humo, se extendieron rápidamente hacia los apartamentos del inmueble, donde un bombero resultó con lesiones de gravedad y todavía está en cuidados intensivos en el hospital San Lucas.
Otros tres bomberos y dos civiles, fueron atendidos en la escena.
Los investigadores dijeron que las averiguaciones están en curso y no descartaron nada en relación al origen del incendio.
Los bomberos se vieron obligados a romper todas las ventanas frontales hacia la avenida Saint Nicholas, para abrir un escape a la humareda y evitar que inquilinos y oficiales del departamento, se sofocaran con el monóxido.
Una unidad móvil de la Cruz Roja Americana, se apostó también temprano frente al lugar siniestrado y sus voluntarios, repartieron comida, agua, calmantes genéricos y frazadas, aunque la temperatura a esa hora fue muy benévola para la época otoñal en Nueva York.
El subjefe del Departamento de Bomberos, Joseph Saccente dijo que en el tipo de edificio siniestrado, hay una gran cantidad de huecos y cavidades que permiten que el calor, el fuego y el humo se extiendan por toda la estructura, cuando se produce un incendio.
El siniestro fue declarado bajo control a las 12:30 de la noche.
Entre los civiles sofocados por el humo está la señora Ana Reyes de 58 años de edad que fue ingresada en el hospital Presbiteriano del Alto Manhattan.
Otras dos personas fueron atendidas por paramédicos en la escena y un segundo bombero declinó ser atendido por los socorristas.
Tras el incendio, sólo escombros quedaron de la surtida tienda de 99 centavos, establecimientos con una amplísima variedad de artículos inflamables.
Demetri Ovalles y su novia Rochelle García, tuvieron que abandonar el apartamento al ser evacuados, diciendo que "todo quedó allá.
Los evacuados, no han sido autorizados a regresar a sus apartamentos, mientras los investigadores supervisan y se aseguran de que el inmueble haya quedado en condiciones habitables.
La mayoría de los inquilinos, fueron llevados a un refugio habilitado por la Cruz Roja.
Michael de Vulpillieres, Director de Comunicaciones de la Cruz Roja, dijo que la entidad estaba registrando a las familias para establecer la cantidad de afectados y sus necesidades.
"Nos estamos asegurando que todo el mundo esté bien y que nadie sea afectado física o emocionalmente por el fuego", señaló por su parte Héctor Laspina del equipo de voluntarios de la Cruz Roja Americana.
Ernesto Castellanos, llegó de la calle cuando el fuego estaba en progreso y ninguno de sus familiares, estaban en el apartamento, pero aunque se felicitó por ello, ahora tendrá que irse a un refugio de la Cruz Roja hasta que la ciudad los reubique.
www.PuebloNuevoNews.com
