miércoles, 10 de julio de 2013

Jennifer López confiesa que fue "vagabunda" en Nueva York


Jennifer López es testimonio viviente de que cuando se quiere alcanzar algo, se puede con dedicación y esfuerzo.
Jennifer López vivió en la indigencia.

La estrella del pop confesó que su camino hacia el éxito estuvo plagado de numerosos obstáculos que logró superar con tesón y determinación, dos rasgos que le fueron de mucha utilidad cuando se vio obligada a pasar varias noches durmiendo en el sofá de una academia de baile tras discutir agriamente con su madre sobre sus planes de futuro.

Decidida a convertirse en una bailarina profesional, Jennifer no tuvo ningún reparo en abandonar temporalmente su casa familiar hasta que su progenitora estuviera dispuesta a apoyar sus sueños profesionales.

"Mi madre y yo solíamos pelearnos constantemente porque ella no aceptaba que yo quisiera convertirme en una artista profesional. Aceptaba de buena gana que acudiera a clases de baile en mi tiempo libre, pero jamás pensó que mi afición al baile pudiera transformarse en una vocación profesional. Un día tuvimos una discusión tan fuerte, que pegué un portazo y me fui de casa. Nos separamos durante un tiempo, y mientras tanto me vi obligada a dormir en el sofá de la escuela de baile a la que acudía. De la noche a la mañana me convertí en una vagabunda, pero con el orgullo intacto. Le dije: 'Me da igual no volver nunca a casa. Esto es lo que quiero hacer'. Y finalmente conseguí un trabajo como bailarina en Europa y después me mudé a Los Ángeles. Todo pasó en menos de un año", reveló la diva de El Bronx a la revista W.


Aunque la conocida intérprete aprendió y disfrutó mucho durante los primeros meses de su recién ganadalibertad, al mismo tiempo Jennifer admite que adaptarse a una ciudad tan diferente como Los Ángelesno supuso una tarea fácil y se convirtió en una dificultad añadida para consolidar su prometedora trayectoria.

"Ahora que ya estoy integrada, puedo decir que me encanta Los Ángeles. Pero al principio la odiaba profundamente porque constituía un ambiente completamente diferente al de mi barrio de Nueva York. Las avenidas son tan largas y los edificios están tan diseminados, que me era tarea imposible salir a la calle dos minutos para conseguir un bote de leche. Pensaba que los angelinos no andaban nunca y necesitaban su coche para todo, lo que contrastaba con mi estilo de vida en El Bronx. Ese barrio me ha dado toda la fuerza que tengo hoy en día: toda la energía y la ambición que me definen a diario la conseguí ahí", explicó la popular artista.