SANTO DOMINGO. Han pasado 40 años desde que Ron Blomberg estrenó la posición de bateador designado en las Grandes Ligas, una que ha prolongado la estadía de decenas de bateadores con lagunas defensivas, pero la Asociación de Escritores (BWAA) mantiene cerradas las puertas de Cooperstown para esta figura.
Edgar Martínez, para muchos el mayor representante de la posición, con promedio de bateo de .312, de embasarse de .418 y siete visitas al Juego de Estrellas, no ha alcanzado siquiera el 37% de los votos en cuatro apariciones en las boletas.
Sin embargo, David Ortiz cada vez pone más presión con el madero para ingresar al círculo de los inmortales del béisbol cinco años después de su retiro.
El martes, ante los Padres en Boston, Ortiz ingresó a un círculo en el que sólo hay miembros del Salón de la Fama, cuatro jugadores activos, dos recién retirados con nichos seguros en Cooperstown y tres, cuyo pasado vinculado a los esteroides los mantendrá fuera por tiempo indefinido del templo más sagrado del béisbol.
El Big Papi llegó a los 500 dobletes en su carrera, y entró a formar parte de un círculo exclusivo de bateadores con esa cantidad de batazos y más de 400 jonrones.
Sólo Jason Giambi, Alex Rodríguez, Albert Pujols y Manny Ramírez (que regresa con Texas) entre los activos forman parte de ese club. Los únicos retirados con esas estadísticas que no han ingresado a la inmortalidad son Rafael Palmeiro, Barry Bonds, Chipper Jones y Ken Griffey Jr., pero estos dos últimos pueden ordenar sus trajes para el ceremonial.
Ortiz, un ocho veces All Star, amaneció ayer a 17 carreras de las 1,400 impulsadas. Desde el 15 de septiembre de 2009, es el líder absoluto en jonrones entre los bateadores designados, cuando superó los 269 que Frank Thomas conectó en esa posición. Desde el cuatro de abril de 2011 es rey de las carreras impulsadas tras superar las 1,004 de Martínez.
Thomas debutará en la boleta próxima, y en enero venidero podría convertirse en el primer jugador que jugara la mayoría de sus partidos como designado en entrar al museo localizado en las afueras de Nueva York.
Con 59 incogibles más Ortiz llegará a los 2,000, una cantidad que puede lograr esta temporada, ya que tiene una proyección para terminar con 147 y a la fecha lleva 78.
Además de jugar poca defensa, quien cuestione a Ortiz puede mencionar el promedio de bateo de por vida (.286), pero 73 de los 158 miembros de Cooperstown por su desempeño ofensivo batearon por debajo de .300.
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