Tras un operativo secreto, distintas agencias como el Departamento de Defensa y el Pentágono, aseguran que no tienen documentos sobre esa misión.
El jefe del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos ordenó que los archivos sobre la operación militar para capturar a Osama bin Laden fueran retirados de las computadoras del Departamento de Defensa y enviados a la CIA, donde podían ser protegidos más fácilmente y evitar que alguna vez se hicieran públicos.
La decisión secreta, descrita brevemente en el borrador de un informe elaborado por el contralor del Pentágono, no activó alarmas en el gobierno del presidente Barack Obama, aunque al parecer eludió normas federales y quizás también la Ley de Libertad de Información.