viernes, 29 de julio de 2016

Clinton promete gobernar para todos.


Filadelfia. La ex secretaria de Estado Hillary Clinton aceptó anoche ser la nominada demócrata para convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos como colofón de la convención que se celebra estos días en Filadelfia.“Acepto su nominación como presidenta de Estados Unidos”, dijo tras varios minutos de discurso con una ovación cerrada de los miles de asistentes.

La también ex primera dama se dirigió a los miles de compromisarios reunidos en el estadio Wells Fargo de la ciudad para aceptar su nominación y poner fin a cuatro días en los que el partido ha tratado de buscar la unidad, llamar al optimismo, y apelar a la integración. 

Hillary prometió que, si gana las elecciones de noviembre, será la presidenta de “todos” los estadounidenses, tanto de los que voten por ella como de los que no lo hagan.

“Llevaré todas sus historias y voces conmigo a la Casa Blanca”, dijo Clinton durante su discurso de aceptación de la candidatura presidencial ante la Convención Demócrata.

Afirmó que “cuando una barrera se tumba en EEUU, allana el camino para todos”, en referencia al hecho histórico que supone su nominación como primera mujer aspirante a la Presidencia del país. “Cuando no hay techos, el cielo es el límite”, insistió. Dijo que acepta la nominación presidencial demócrata con “humildad, determinación y confianza sin límites en la promesa de Estados Unidos”.

Clinton afirmó que el lema “más fuertes juntos” con el que ha promocionado su campaña es un principio orientador para el país. Dijo que ayudará a definir un futuro con una economía saludable “para todos, no sólo los que están en la cima”. Sostuvo que también significa buenas escuelas para ricos y pobres, comunidades seguras. La candidata recordó el libro que escribió cuando fungió como primera dama. Dijo que “It Takes a Village” ve un país en el que la gente trabaja junta para hacer a “nuestra nación mejor y más fuerte”.

Clinton fue nominada oficialmente durante la jornada del martes, cuando los delegados de los 50 estados del país votaron a su favor por aclamación, después de que su rival en las primarias, el senador Bernie Sanders, cediera sus votos en favor de la ex primera dama.