miércoles, 11 de mayo de 2016

Altas expectativas con Danilo.


La dinámica que guía estas elecciones es que una creciente mayoría de dominicanos se siente mejor. Una mayoría de 68 a 28 por ciento afirma que su vida está mejor que hace cuatro años. En comparación, durante la campaña del 2012, los votantes estuvieron divididos entre si la vida estaba mejor o peor que los cuatro años previos, en 47 a 45 por ciento, augurando el resultado más competitivo de la carrera presidencial del 2012.

Esta satisfacción es impulsada por las ganancias sociales. En previas encuestas, una amplia mayoría del 89 por ciento de los dominicanos creía quela educación estaba mejorando en el país. Una mayoría también reporta que el cuidado de la salud está mejorando, y una mayoría afirma que estas mejoras en los temas sociales son la mejor razón para reelegir al Presidente.

Como resultado, Medina retiene su alta tasa de aprobación: el 79 por ciento aprueba su trabajo como presidente y en las pasadas semanas de campaña ha consolidado su liderazgo personal. El porcentaje de los que dicen que “se preocupa por gente como yo”, ha crecido durante toda la campaña, hasta alcanzar el 66 por ciento de todos los dominicanos. Y ahora, el 70 por ciento afirma que es un “líder fuerte”, 3 puntos más desde abril y 10 puntos más desde febrero.

Aunque la mayoría de los dominicanos se siente mejor comparado con los cuatro años pasados, hay todavía muchas preocupaciones, particularmente sobre la delincuencia, el empleo y la corrupción. Justo en el actual período de campaña, la delincuencia ha surgido como una preocupación –el porcentaje que la coloca como la principal preocupación se ha más que duplicado desde febrero. Los votantes están hambrientos por una solución y una pluralidad menciona la reducción de la delincuencia como uno de los principales temas para un segundo período de Medina.

La delincuencia es un campo difícil para lograr progresos, aunque los dominicanos lo esperan. El 60 por ciento cree que Medina logrará su promesa de extender el servicio del 9-1-1 a San Cristóbal, Haina y Santiago en el primer año de su segundo mandato.