martes, 5 de abril de 2016

Amargo ‘Opening Day’ en El Bronx.


Las debilidades de los Yankees y su propia capacidad para cometer errores se combinaron ayer con el talento y la ambición de los Astros que ganaron 5-3 para amargarle la fiesta a los dueños de casa en su Opening Day.

Temprano tuvieron oportunidad los de Joe Girardi de trazar a su favor el recorrido del juego cuando Dallas Keuchel, el estelar abridor de Astros anduvo dubitativo y concedió ventajas.

Tan temprano como en la segunda entrada después de sacar out a Teixeira, vino Carlos Beltrán y le dio un imparable. Tampoco pudo con McCann que negocio boleto gratis y así con dos en base enfrentó a la línea baja de bateo de los Yankees. Pudo sacar out a Headley, pero llegó Starlin Castro y en apenas el segundo lanzamiento que vio, conectó sólido al jardín izquierdo un doblete que remolcó a Beltrán y McCann para establecer una ventaja de 2-0.

Los más de 47 mil aficionados que llenaron el inmueble elevaron su motivación dejando de lado los 35 grados de temperatura que congelaban la respiración.

Tuvieron los Yankees una nueva oportunidad de hacerle daño Keuchel en la tercera entrada cuando, el zurdo dueño del Cy Young de la Liga Americana seguía fuera de ritmo. Después de poner fuera a Ellsbury y Hicks le dio un boleto gratis a A-Rod y otro más a Teixeira para esperar a Beltrán, quien bateó un elevado a los jardines y entrego el out para matar la ofensiva.

En tres entradas Dallas Keuchel ya había gastado 60 lanzamientos y todo parecía encaminado a una victoria de los Bombarderos, sin embargo la fuerza motriz de Astros que componen Altuve y Correa apareció en toda a su dimensión y el pequeñín venezolano le dio un imparable a Tanaka y luego le robó segunda. Después hizo contacto Springer. El daño lo completó Correa, quien con un imparable remolco a Altuve para ponerlo 2-1.

Hasta ahí tuvieron los Yankees opción de hacerle daño a Keuchel quien desde entonces amarró con soga y no dio libertades.


A todo esto Masahiro Tanaka apenas se mantenía a flote con un fastball que rara vez pasaba de las 92 millas por hora. Ya en la sexta entrada vino Correa y le devolvió un lanzamiento por arriba de la cerca para empatar el juego y como en seguida le dio un boleto gratis a Rasmus, el mánager Joe Girardi lo envió a la ducha para traer a Shreve quien mantuvo el nivel arriba y en una entrada y un tercio tuvo el control.

Para asegurar el cero y mantener al equipo en el juego, Girardi trajo a Dellin Betances quien paso de ser la garantía calificada de la campaña pasada a un fiasco total.

Por cuenta de Betances y sus errores los Astros anotaron tres carreras en el octavo y básicamente lo dejaron fuera del alcance para los Yankees.

En una jugada de out por regla, Betances trató de asistir a Teixeira en primera para sacar a Correa y lanzó muy arriba del primera base. Así mientras Correa llegaba a salvo a primera, Altuve puso la primera ventaja para Astros. 3-2

El lapidario 5-2 lo construyó un largo doble de Balbuena que trajo a Rasmus y Correa para firmar el desastre.

Didi Gregorius maquilló la pizarra con un solitario jonrón ante el relevista Giles para poner el 5-3 definitivo.

Repitieron la dosis los Astros al ganar de manera meritoria en El Bronx ante unos Yankees en los que Ellsbury, Rodríguez, Teixeira y Beltrán se combinaron para un 1 de 14 que explica la anemia la anemia ofensiva y el festival de Keuchel. Paradójicamente fueron los bates octavo (Castro) y noveno (Gregorius) los dos que respondieron en un día de bates apagados.

La historia la reclamó Dallas Keuchel (1-0) y la derrota fue para Dellin Betances (0-1).

La serie continúa este miércoles en El Bronx cuando a partir de las 7:00 pm, inicien hostilidades Michael Pineda por Yankees y Collin McHugh por los Astros.