SANTO DOMINGO. Con el anillo de compromiso ya comprado, fecha de ceremonia acordada y solo faltando la firma ante el juez civil la materialización del matrimonio entre Manny Acta y las Águilas Cibaeñas sufrió modificación de tiempo... y hasta hay espacio para no materializarse.
Con el escenario planteado para que el día de ayer se sellara el paso de más trascendencia entre un ejecutivo que haya trabajado con uno de los dos grandes rivales de la pelota local a otro, el agente del estratega salió al frente para aclarar que todavía “no habemus papam”.
Ulises Cabrera, agente de jugadores y representante de Acta, explicó a DL que tras la reunión de ayer en la tarde con ejecutivos aguiluchos tiene pendiente una cita con los directivos de los Gigantes del Cibao, equipo que sigue en la carrera por quedarse con el ex dirigente de los Nacionales e Indios en las Grandes Ligas.
“No puede haber un acuerdo si ni siquiera han hecho oferta (las Águilas). Hablaré con él (Acta) después de reunirnos con los Gigantes y poner las opciones que tiene para su evaluación”, explicó Cabrera a DL.
Fuentes informaron a DL que Acta quería un contrato de cuatro años, pero el equipo le ofreció ayer tres temporadas más una opción del club.
Para encontrar un caso que vincule el paso de un directivo o ejecutivo de tan alto rango entre azules y amarillos hay que remontarse a 1969 cuando Johnny Naranjo, presidente del Licey entre 1966 y 1968, asumió la comercialización de las Cuyayas.
“Podría realizarse (el acuerdo con las Águilas) como no podría realizarse. ¿Quién podría ser más clave que Manny?”, explicó Cabrera, asistente de Acta dos años con los azules.
Juanchy Sánchez, comercializador del conjunto, había revelado a DL el martes que solo faltaba firmar los documentos para que Acta asumiera las operaciones.