martes, 26 de junio de 2012

MIAMI HEAT Desfilo Ante Miles De FANÁTICOS!



Con bombos y platillos, Miami finalmente le puso la cereza al pastel y saboreó la miel del triunfo con una eufórica celebración colectiva que se extendió el lunes por sus calles y culminó en la American Airlines Arena, el bastión del Miami Heat, campeón de la NBA por segunda vez en seis años.

En el mismo suelo donde los Tres Grandes hicieron posible la victoria y ganar para los miamenses el trofeo dorado, una descarga pirotécnica avivó los sentidos de los asistentes que bailaron pidiendo más y más calor de sus héroes.

El mensaje de los ases del baloncesto fue cristalino: a Miami le augura un futuro brillante.

“Este es el sentimiento más fenomenal que he tenido durante mi carrera en el básquetbol”, afirmó LeBron James, el jugador más valioso de la liga. “Este es mi sueño, aquí mismo”.

Pat Riley, presidente de la franquicia, resaltó el progreso de los jugadores y agradeció a todos los que contribuyeron al triunfo de su equipo.

“¡Qué diferencia este año con respecto al año pasado!”, expresó Riley. “Hemos ganado el campeonato y estamos junto a tantas personas que adoran este juego, desde los que trabajan en la instalación, los directivos que me rodean y los jugadores”.

Unos 15,000 espectadores que habían comprado boletos toda la temporada y pudieron ingresar a la arena, fueron testigos de la presentación de los miembros del equipo, que uno a uno besaron el trofeo. Emocionados hasta la médula, ondearon sus banderitas con el lema White Heat en alusión al uniforme blanco.

Los alcaldes de Miami y Miami-Dade, Tomás Regalado y Carlos Giménez, respectivamente, aprovecharon para anotarse unos puntos con el micrófono en sus manos. Giménez proclamó el lunes como “Miami Heat, Día de Campeones NBA 2012”.

La declaración, sin embargo, no fue necesaria para que decenas de miles de miamenses y visitantes colmaran las calles y protagonizaran el espectacular festejo que no se dejó apagar por la lluvia.

Con la mascota Burnie en la cabecera de una cabalgata de gloria, la fiesta del lunes despegó con un desfile de dos millas que partió de la Calle Ocho y la 2da. Avenida del suroeste poco antes de las 11 a.m. y transitó por el downtown de Miami hasta llegar a la arena. Los miembros del Heat exhibieron el trofeo acompañados por sus familiares en camiones y autobuses descapotables.

En total, ocho autobuses de dos pisos, siete vehículos de 18 ruedas, diez convertibles blancos, cuatro pick-ups y un camión de bomberos integraron la caravana vitoreada por los admiradores que en muchos casos tuvieron que madrugar para conseguir un buen lugar para divisar la parada.

Tiffany Roldán, estudiante de Farmacia, asistió a ver a LeBron, bueno, aclaró, “a los tres grandes”. En el 2006, también asistió al desfile de la primera victoria.

“Es increíble, LeBron vino acá e hizo exactamente lo que dijo que iba a hacer”, comentó Roldán, de 20 años. “Dijo que iba a ganar el campeonato y ahora tiene el anillo”.

Eso fue hace dos años, cuando James y Chris Bosh vinieron a Miami a unirse a Dwyane Wade y juntos prometieron el título que ha tenido a la ciudadanía energizada y colmada de regocijo desde el jueves.


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