MOCA.- La comisión que investiga la muerte del militante perredeista Antonio Peña Ramos, hecho que ocurrió el pasado domingo en medio de un toque de banderas de simpatizantes del PRD y PLD en el Cruce de San Víctor, afirmó anoche luego de sostener una maratónica reunión, que las indagatorias marchan satisfactoriamente. Sin embargo, los generales Romer López, jefe del Comando Regional Cibao y Alberto Bienvenido Olivo, y el magistrado procurador fiscal de Espaillat, licenciado José Aníbal Carela, no ofrecieron detalles, alegando que la investigación está en fase secreta y cualquier información podría entorpecer el proceso.
PARIENTES DESVINCULAN CRIMEN DE POLÍTICA
Mientras que parientes de la víctima aseguraron en declaraciones ofrecidas a medios locales que el crimen no tiene motivaciones políticas, como se ha querido vincular.
Precisan que el occiso fue asesinado a “quemarropa”, como si se tratara de un crimen planificado.
“Eso no fue por política, lo tenían planificado” gritaba entre sollozos un familiar cercano desesperado.
Familiares de Antonio Peña Ramos reiteraron que el crimen fue cometido por alegadas rencillas personales, subrayan que el criminal aprovechó el escenario para cometer el hecho.
Serafín de Jesús Ramos, sobrino del occiso y un hermano suyo que se identificó como Negro Ramos, dijeron que sospechan que el hecho estaba planificado y sospechan de un individuo apodado como Tano.
De igual modo señalaron que el informe médico indicó que el disparo fue a quemarropa por lo que no pudo tratarse de un proyectil perdido como se dijo en principio.
Solicitaron de las autoridades que investigan el hecho apresar al sospechoso para que responda ante la justicia.
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